Sinopsis:
Regresa la autora internacional #1 de bestsellers.
La nueva novela Crossfire por Sylvia Day.
Gideon me llama su ángel, pero él es el milagro en mi vida. Mi hermoso guerrero herido, tan determinado a matar mis demonios, rechazando al mismo tiempo, a enfrentar los suyos.
Los votos que intercambiamos deberían habernos atado más fuerte que la sangre y piel. En cambio, abrieron viejas heridas, exponiendo dolor e inseguridades, y atrajeron resentidos enemigos desde las sombras. Lo sentía escurriéndose de mis manos, mis grandes miedos convirtiéndose realidad, mi amor a prueba en formas que no estaba segura de ser lo suficientemente fuerte para resistir.
En el momento más feliz de nuestras vidas, la oscuridad de su pasado invadía y amenazaba todo por lo que tanto habíamos trabajado. Enfrentábamos una terrible elección: aquella seguridad de las vidas que teníamos antes de conocernos o luchar por un futuro que, de pronto, parecía un sueño imposible y sin esperanza...
***
Adelanto (Con spoilers):
Había dejado el departamento que Eva compartía con Cary hace un par de horas temprano, queriendo darle tiempo para conseguir unas pocas horas de sueño antes de que se dirigiera al trabajo. Habíamos estado haciéndolo toda la noche, ambos necesitados y hambrientos. Pero había algo más también. Una urgencia de parte de Eva que me carcomía y dejaba intranquilo.
Algo estaba molestando a mi esposa.
Mi mirada se desvió a la ventana y su vista de Manhattan y alrededores, luego se centro en la pared vacia, donde un collage de fotos de ella y nosotros estaria colgando en el mismo espacio que en la oficina de mi penthouse, en nuestro hogar en la Quinta Avenida. Podía imaginar claramente el collage, habiendo pasado incontables horas estudiándolo durante los últimos meses. Obsevar la ciudad había sido alguna vez la manera en la que encapsulaba mi mundo. Ahora, lograba eso con sólo mirar a Eva.
Me senté en mi escritorio y encendí mi computadora con un movimiento del mouse, tomando una lenta y profunda respiración a medida que el rostro de mi esposa ocupaba mi monitor. No usaba maquillaje en la foto que era mi fondo de escritorio, y una pizca de luz caía como pecas en su nariz, la hacían parecer más joven que sus 24 años. Mi vista se deslizó sobre sus rasgos — la curva de sus cejas, el brillo de sus ojos grises, la abundancia de sus labios. En los momentos en los que me permito pensar en ello, casi podía sentir esos labios en mi piel. Sus besos eran bendiciones, promesas de mi ángel que hacían que valiera la pena vivir mi vida.
Decidido, con una exhalación, alcé el teléfono y llame por macado rápido a Raul. A pesar de lo temprano de la hora, respondió rápido y en alerta.
"Mi esposa y Cary Taylor están yendo a San Diego hoy," dije, mi mano torciéndose en un puño con solo pensarlo. No tenia más que decir.
"Entendido."
"Quiero una foto reciente de Anne Lucas y un informe detallado de dónde estaba anoche, para el mediodía en mi escritorio."
"Como máximo," afirmo.
Colgué y observé el hermoso y cautivante rostro de Eva. La había capturado en un momento feliz y espontaneo, un estado del que estaba decidido a mantener por el resto de su vida. Pero anoche había estado consternada por el altercado con una mujer a la que una vez usé. Había pasado un buen tiempo desde la última vez que me había cruzado con la Dra. Anne Lucas, pero si ella era responsable de la irritación de mi esposa, estaría viéndome otra vez. Pronto.
Abriendo mi bandeja de entrada, empecé a repasar mis correos, redactando respuestas rápidas, si era necesario, y haciéndome paso hacia el asunto que había llamado mi atención al momento que abrí mi servicio de correo.
Sentí a Eva antes de verla.
Levantando mi cabeza, mi tipeo se detenía. Una repentina sensación de alivio calmó la agitación que sentía cuando no estaba con ella.
Me acomodé mejor para apreciar la vista. "Te despertaste temprano, ángel."
Eva se detuvo en la entrada de mi oficina, su cabello rubio despeinado alrededor de sus hombros, sus mejillas y labios sonrojados por el sueño, su cuerpo con curvas cubierto por una camiseta sin mangas y shorts. Estaba sin corpiño, sus suculentos senos abultados suavemente bajo el material de algodón. Pequeña y voluptuosa, solía remarcar cuán diferente era de las mujeres con las que había sido fotografiado antes de ella.
"Me desperté extrañándote," respondió con una voz ronca que nunca fallaba en ponérmela dura. "¿Cuanto tiempo has estado despierto?"
"No mucho." Empujé la bandeja del teclado para hacerle lugar en mi escritorio.
Camino descalza sin hacer ruido, de manera casual e innatamente sensual. Aquel momento que la vi por primera vez, supe que me destruiría. Esa promesa estaba en sus ojos y la forma en la que se movía. A cualquier lado que fuera, los hombres la miraban. La deseaban. Tal como yo.
***
Como verán, el adelanto es desde el punto de vista de Gideon así que da a suponer que el libro será contado tanto como el de Eva como Gideon. Personalmente odio cuando las sinopsis son tan negativas como dando a entender que sólo van a pasar cosas malas pero voy a leerlo.
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