Título: Once Burned
Serie: Night Prince #1 / Night Huntress #6.1
Autor(a): Jeaniene Frost
Sinopsis:
Ella es una mortal con poderes oscuros...
Después de un trágico accidente que
cicatrizó su cuerpo y destruyo sus sueños, Leila nunca imaginó que lo peor estaba
por venir: terroríficos poderes le permiten canalizar electricidad y conocer
los oscuros secretos de una persona con un simple toque. Leila está condenada a
una vida de soledad... hasta que las criaturas de la noche la secuestran,
forzándola a pedir ayuda telepáticamente al vampiro más famoso del mundo...
Él es el príncipe de la noche...
Vlad Tepesh inspiró la leyenda más grande
de vampiros... pero sin importar lo que hagas, no lo llames Drácula. La
habilidad de Vlad para controlar el fuego hace de él uno de los vampiros
existentes más temidos, pero sus enemigos han encontrado una nueva arma contra
él... una hermosa mortal con poderes similares al suyo. Cuando Vlad y Leila se
conocen, sin embargo, la pasión se enciende en ellos, amenazando con consumirlos
a los dos. Tomará todo lo que son para detener el intento enemigo de reducirlos
a cenizas.
Esta
reseña puede contener spoilers de los anteriores libros.
Reseña: Halfway
to the Grave (Night Huntress #1) {+}
Reseña: One
Foot in the Grave (Night Huntress #2) {+}
Reseña: At
Grave’s End (Night Huntress 3) {+}
Reseña: Destined
For an Early Grave (Night Huntress #4) {+}
Reseña: First
Drop Of Crimson (Night Huntress #4.1/Night Huntress World #1) {+}
Reseña: Eternal
Kiss of Darkness (Night Huntress #4.2/Night Huntress World #2) {+}
Reseña: One
For the Money (Night Huntress #4.5) {+}
Reseña: This
Side to the Grave (Night Huntress #5) {+}
Reseña: One
Grave At a Time (Night Huntress #6){+}
Aclaración: Este libro forma parte de la trilogía Night Prince, pero complementa a la
saga Night Huntress.
Vlad Tepesh siempre fue
uno de mis personajes favoritos en la saga Night Huntress. Cada vez que
aparecía para salvar y/o ayudar a su amiga Cat, o burlarse de Bones, me
encantaba. Sus comentarios sarcásticos e inteligentemente sarcásticos los
adoro. Así que esperaba que haya, al menos, un libro de él e imagínense mi
sorpresa cuando me entere que iba a haber tres. Sin duda tenía que leerlos
porque además quería saber cómo –y quién, iba a ser la mujer que capturara a
este tenebroso ex príncipe rumano pirómano. Y ella no me desilusionó.
En Once Burned conocemos
a Leila, una humana poco común que vive aislada del mundo para no tener
contacto –nunca mejor dicho–, salvo por su fiel compañero Marty, un vampiro.
Ella conoce que el en mundo se esconden diferentes tipos de criaturas y poco le
sorprende, especialmente porque ella al ser humana puede descargar electricidad
con una mano y ver el pasado, futuro y presente con tan solo su tacto. Aunque
eso trae problemas como no poder tocar a nadie, y cuando un vampiro de varios
siglos la atrapa para que busque a su enemigo, a través de su taco, ahí es
donde Leila conoce a Vlad. Su captor quiere atrapar a Vlad pero él no va a
permitirlo y al sentir el contacto mental con Leila, la ayuda si ella coopera.
Vlad y Leila se embarcan en una aventura donde buscar a quien está destinado a
destruir todo con tal de llevarse la vida Vlad es su principal motivación,
también se convierte en la motivación de ellos ya que sus seres queridos están
también en peligro, especialmente cuando el ser más querido de cada uno es el
otro mismo.
"—Es tu franqueza y tu negativa a mentirte a ti misma lo que me resulta más atractivo. Y no estoy jugando contigo. Estoy muy decidido a hacerte mía."
Tengo que admitir algo.
Puedo leer de vampiros, hombres lobos, unicornios habladores, fantasmas, hadas,
toda clase de criaturas que puedan llegar a existir
y no me sorprende o lo encuentro irreal, pero cuando encuentro a un humano
con algún tipo de poder como el de Leila… ¡wow! Eso sí es irreal. No lo sé,
creo que en mi cabeza hay algo mal :P
Disfruté mucho la primera
vez que leí este libro y volví a disfrutarlo esta segunda vez que lo hice. La
historia está bien pensada, como las historia de Jeaniene Frost suelen ser, y
me gusta haberla conocido.
Hay algo que me gustó
también y fue el hecho de que si bien hay pasión y romance en esta entrega no
se proclaman amor eterno los personajes. No es que eso me disguste en otros
libros, para nada, pero tener a Vlad Tepesh confesando su amor por una persona,
siendo él Vlad Tepesh, hubiese sido algo muy fantasioso. La relación entre Vlad y Leila va creciendo de a poco y
me encanta.
"—¿Por qué querría yo romper tu corazón?—Porque a veces puedes ser un hijo de puta despiadado —contesté con honestidad.Una sonrisa cruzó sus labios. —Correcto, pero yo te quiero conmigo."
Creo que la construcción
de los personajes es muy buena y me agradó como fueron desarrollando más
carácter a medida que las páginas pasaban.
Leila es una agradable,
agradable, protagonista. Es humana
pero no se deja intimidar por nadie, ni vivos ni no-vivos. La chica es fuerte y
como fue aumentando esa fortaleza gracias a Vlad fue agradable.
"Puedo estar llena de cicatrices, pero aún así estoy muy buena ¿no es cierto? Lástima que no estás recibiendo nada de esto, no importa lo que la visión mostró."
Vlad Tepesh, como dije
antes, me encanta. Leerlo es divertido y fresco. Él disfruta que los demás le
teman y me encanta, pero eso es porque protector con los suyos, un rasgo muy
admirable.
"—Soy el único y auténtico Vlad. Todos los demás no son más que una envidiosa imitación."
No sé si lo dije en mis reseñas de alguno de los libros de Night Huntress pero me encanta que Jeaniene Frost haya tomado un personaje real en la historia de la humanidad, muy temible, como lo fue Vlad “Tepes” Draculea (de quien estudié, en forma independiente, toda su historia hace unos años, y que fue la persona en la que Bram Stoker se basó para inventar al personaje Drácula) y haya creado una historia para él. Lo disfruto mucho.
Pero en fin, el libro
tiene ese aire aterrador, romanticismo y lealtad que crea un fantástica aura de
acción y romance que sin duda los fans de la saga Night Huntress van a amar
como yo lo hice.
Puntuación:
5/5
Frases:
"—Soy capaz de manejar los efectos de tu
contacto si tú también puedes." —Vlad
"—No puedes esperar que vaya a cualquier
parte en eso —afirmé.
Su ceja se arqueó. —¿Prefieres quedarte y ser un festín
para los mosquitos? Puedo pensar en mejores usos para tu sangre." —Leila y Vlad
"—Eso me hizo cosquillas. Si
electrocutarme es tu manera de coquetear, te felicito por tu
originalidad." —Vlad
"—Eres más tenebroso cuando eres
agradable." —Leila
"—Quiero que me tengas miedo por la misma
razón que quiero que mi gente me tema. Entonces tú no intentarás
traicionarme." —Vlad
"—Tú eres Vladislav Basarab Dracul, el
antiguo príncipe de Valaquia, pero hace más de quinientos años, solían llamarte
Tepesh. El empalador." —Leila
"—Confianza podría ser, pero no exceso.
Crees que soy peligroso y estás enojada conmigo por lo de Marty, pero puedo
asegurarte que me deseabas incluso antes de tu visión.
—Eres
caliente, gran cosa, —le respondí,
negándome a dejarle conocer mis pensamientos más íntimos—. Me atraen un montón de chicos guapos. Si Chris Hemsworth
estuviera aquí, yo lo iluminaría como un petardo con la rapidez con la que
saltaría sobre él." —Vlad y Leila
"—Yo no mato por un perverso sentido de
diversión. Lo hago para proteger a aquellos que son míos, porque una vez que la
vida se pierde, se pierde para siempre." —Vlad
"—Simplemente debo conocer a quien quiera
que te haya puesto en tu lugar tan profundamente, Tepesh." —Bones
"—Estás hecha para mí, y te tendré."
—Vlad
"—Preciosa y diabólica. Me haces impacientarme
por reclamarte." —Vlad
"—Bones me enseñó a tocar canciones
realmente molestas una y otra vez en mi cabeza, y eso actúa como una barrera
contra la lectura de la mente. Se suponía que debía usarla contigo, pero las
cosas cambiaron.
—Recuérdame
matar a Bones la próxima vez que lo vea." —Leila y Vlad
"—¡Ten cuidado, por el amor de Dios! ¡Vas
a hacer que nos maten!
—No,
voy a hacer que me maten. Tú ya estás muerto." —Marty y Leila
"—Como mi amante, también eres
considerada como una de mi pueblo." —Vlad
"Su sangre se
deslizaba como fuego a través de mis venas, sintiéndome mucho más salvaje. Nada
existía excepto este momento." —Leila
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